
EL SALVAJISMO POLITICO
La violencia física apareció con todo en la recta final de las elecciones en la Provincia de Buenos Aires. El kirchnerismo intenta de todas formas ir contra lo que la gente eligió con su voto.
Por Esteban Di Carlo
A una semana de las elecciones que van a determinar quiénes ocuparán los cargos legislativos en la provincia de Buenos Aires, y en la Ciudad, se produjeron hechos de violencia inusitados, de los cuales nos habíamos desacostumbrados durante estos años.
Si bien, la agresión verbal fue in crescendo en todo este tiempo, estábamos alejados de los actos de vandalismo y patotería en la política.
Lejos habían quedado la Década de Plomo, o el Cajón quemado de Herminio Iglesias.
Siempre hemos asistido a escaramuzas con la pegatina de afiches, pero el ataque sistemático en Junín, y en La Plata, es demostrativo que existe una fuerza política que le cuesta respetar la democracia y al que piensa distinto.
Cuando no gobierna, obstaculiza y tampoco deja gobernar Si bien son elecciones de medio término, hay mucho en juego, porque puede significar dejar atrás un modelo de país atrasado y caduco, con una clase gobernante que llevó a que el 52 % de la población argentina fuera pobre.
Y lo que está en juego son si esos beneficios para la clase política continuarán o la población le aplicará el freno correspondiente.
No en vano, una ex presidente, un vicepresidente, y un Ministro de Planificación fueron condenados por corrupción, dos de ellos todavía están encarcelados, y otro (Amado Boudou) intenta dar clase de moral.
En la política argentina frecuentemente es utilizada la frase: "El que se calienta pierde..."
Lo mismo es atribuible a la violencia.
El que la ejerce, pierde.
Y lo que ocurrió en Junín y en La Plata, corresponde a grupos organizados de un mismo color político.
No actuaron de manera individual, sino por el contrario, fueron ataques preparados.
Tiago Román Florentin, de 22 años que fue detenido luego de arrojar proyectiles contra la comitiva presidencial militante del Movimiento Teresa Rodríguez.
Votamos Luchar, y José Marcelino Dabrowsky, de 56 años, militante de la agrupación Hijos.
Claro que toda esta violencia tuvo un comienzo.
No se puede dejar pasar por alto que meses atrás grupos violentos irrumpieron en el canal de televisión TN, hicieron destrozos, rompieron vidrios, y dejaron pintadas.
Tampoco que días más tarde, otro grupo de violentos encapuchados, pasearon por todo el Conurbano, desde Quilmes hasta San Isidro, para tirar bosta de caballo sobre la vereda de la casa de Espert, dejar panfletos, y pasacalles alusivos.
O que el candidato a diputado del frente Patria Grande Juan Grabois afirmó que “no sabe” si los libertarios “se van en helicóptero o en patrullero”.
Para por último, en Corrientes, otro grupo de inadaptados antidemocráticos también intentaron provocar disturbios en otra caravana del partido opositor a sus ideales.
Son episodios que ocurrieron este año, todos originados dentro de una misma orientación política, al cual le cuesta admitir el resultado de una elección.
Les cuesta aceptar el juego de la democracia.
Este ataque en las calles, comenzó semanas atrás con la ofensiva en el Congreso de la Nación, cuando intentaron boicotear el superávit fiscal, con la aprobación de leyes cuya equidad es indiscutible pero sin la correspondiente correlación del origen del dinero para solventar las mismas.
A los ojos del electorado, quisieron poner al Presidente ante la alternativa de tornarse antipático por vetar leyes que favorecían a los mas desprotegidos.
No hay dudas que así lo eran, pero cuando se ha decidido no emitir para saldar gastos, y la maquinita de hacer dinero no trabajaba todo el día como lo hacía antes, es difícil reasignar recursos dentro de un país empobrecido.
El impuesto mas grande e injusto, es el impuesto inflacionario.
Hoy ese impuesto ha disminuido desde el 12 % mensual del abogado devenido economista Sergio Massa, a solo el 2 % mensual.
El mantenimiento del equilibrio fiscal es la base de la idea económica del Presidente.- En base a ese equilibrio y la conducta monetaria, ha logrado estabilizar la economía, disminuir la inflación, mantener el tipo de cambio, y salir parcialmente del cepo.
Son adelantos, pero falta mucho aún.
Hay gente que cierto orden económico y paz cambiaria, le significa un perjuicio político.
En tal sentido, actúan para ello, en el Congreso o en la calle, buscando desestabilizar desde lo económico para proseguir en lo político.
Crear cierto clima de inestabilidad.
Parecen temerle a las urnas, que ese clima de crueldad, y de crisis que quisieran instalar de pronto se transforme en una bofetada a sus intereses; y que ese Congreso que hoy dominan con tranquilidad, y como una cuasiescribanía de pronto se transforme en un poder legislativo mas ecuánime, plural, y democrático.
El ciudadano no tiene que ser cómplice de las agresiones, debe actuar de manera cívica y dejar expuestos a los violentos.
Los partidos políticos y sus líderes deben erradicar la violencia de los discursos y promover una política basado en el respeto, en el diálogo y la no confrontación.
Y la justicia aplicar con firmeza las leyes contra la violencia política.
El futuro de la sociedad depende entre otras cosas de ser intolerables con el salvajismo político.